Un año de ràfega
Cuando comenzamos a materializar la idea de fundar ràfega, más de una persona nos preguntó sorprendida: “¿De verdad quieren vender abanicos?”. Sabíamos que detrás de esa pregunta había un deseo genuino de protegernos. Después de todo, el abanico no suele figurar en las listas de deseos de muchas personas.
Pero sí, estábamos seguros. Muy seguros.
Desde el inicio entendimos que no se trataba solo de vender un objeto, sino de reivindicar el abanico como una pieza artesanal. Queríamos destacar su valor histórico y cultural en España, y hacerle un homenaje al país que hoy llamamos hogar.
En cada feria, en cada conversación con quienes nos visitan o nos escriben, lo repetimos: uno de los motivos que nos impulsó fue darnos cuenta de que, cuando la gente piensa en el imaginario español, el abanico suele aparecer. Sin embargo, pocas personas podrían mencionar una marca asociada a él.
Queremos cambiar eso.
Nuestro sueño siempre ha sido que, cuando alguien piense en abanicos, piense en ràfega. Y sabemos que para lograrlo no basta con una buena estrategia de marketing: necesitamos un producto excepcional.
Por eso nos obsesionamos con encontrar a los mejores artesanos y artesanas, que crean abanicos manualmente, con materiales nobles y con una sensibilidad única para lograr la combinación de elegancia, tradición y ese toque vanguardista que queremos imprimir en cada diseño.
¡Y lo logramos! Tras tocar sus puertas, conociendo sus productos, su historia y su manera de trabajar, hoy podemos decir que trabajamos con los mejores artesanos.
Hoy, al mirar hacia atrás, sólo podemos sentir orgullo y gratitud. Ha sido un año intenso, lleno de aprendizajes, desafíos y también logros que jamás imaginamos al comenzar:
-
Nuestros abanicos ya están en hogares de distintos países de Europa.
-
Nos hemos convertido en la marca de abanicos más seguida en Instagram España.
-
Hemos gestionado cientos de pedidos con solo una sola devolución.
-
Participamos en ferias donde valoran y reconocen nuestro trabajo.
-
Fortalecimos la relación con quienes dan vida a nuestros abanicos: nuestros artesanos y artesanas.
- Consolidamos una marca fiel a los valores con los que nació ràfega.
Gracias por acompañarnos en este primer año. Por vosotros y vosotras, podemos responder que estamos seguros de querer tener un emprendimiento de abanicos y sobre todo de poder afirmar que esto apenas comienza.
Con amor y una brisa cálida,
Carlos y Laura